Dentro de una situación compleja como el cáncer tanto para el paciente que lo padece como su familiar o cuidador se crea una relación delicada que está sujeta a múltiples circunstancias. Desde nuestros escritorios vemos pasar diferentes escenarios de esta relación y como intermediarios buscamos el mejor desarrollo de la misma.
Al cuidador le
hacemos ver que nuestro paciente se encuentra en una batalla para lo cual nada
lo pudo haber preparado como consecuencia de los efectos secundarios de su
tratamiento oncológico, debilidad generalizada, nauseas, mal sabor de boca o
nula percepción del sabor de los alimentos por lo que esta inapetente o
presenta rechazo al alimento, lo que pudiera verse empeorado por vómitos o
diarrea. Siempre le resaltamos al paciente mantener la mejor comunicación con
su médico tratante para manejar a tiempo y objetivamente estas manifestaciones,
las cuales podemos solventar con algún medicamento para ayudar al paciente a
sobrellevar el tratamiento evitando así las suspensiones o interrupciones del
mismo.
Al paciente en
medio de su malestar general le hacemos ver el esfuerzo de su familiar o
cuidador, en colaborar con el transporte al lugar de tratamiento, el
cumplimiento de los medicamentos domiciliarios así como del régimen de alimentación
especial que requiere, todo esto siempre con una cara de buen ánimo y una
palabra de aliento.
Para que esta relación
funcione es sin duda fundamental la colaboración activa de ambas partes, sobre
todo del paciente en acciones que aunque sencillas podrían significar un gran
esfuerzo para el cómo ser más flexible con los alimentos, o comer en porciones
pequeñas, ingerir una adecuada cantidad de líquido, descansar en el hogar,
mantener un ánimo positivo para la familia y así tener una buena retro alimentación,
“una sonrisa crea más sonrisas”. Al
cuidador pedimos paciencia sin llegar a ser permisivos con el paciente, pues
pueden llegar a un comportamiento regresivo infantil, para todas estas
situaciones disponemos no solo de la atención médica sino también del apoyo de
Psico-Oncología.
La meta de
todos, tanto del cuerpo médico, de psicología, como familiar es que el
tratamiento sea cumplido dentro del protocolo y periodo de tiempo establecido
para lograr el mayor beneficio terapéutico para nuestro paciente. El esfuerzo
es de todos porque tu vida lo vale.
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