¿Qué es la Braquiterapia?

              Cuando el paciente escucha radioterapia se imagina esa gran máquina que se mueve a su alrededor mientras permanece sólo en una sala (radioterapia externa), pero quizás desconoce que existen otras modalidades para aplicar el tratamiento radiante, con sus indicaciones y aplicaciones específicas, la Braquiterapia (radioterapia interna) es una de ellas.

                La raíz del término braquiterapia se deriva del griego brachys que significa “cerca de”, y esencialmente quiere decir eso, la radioterapia que se da cerca del tumor o la enfermedad (dentro de ella incluso). Según el modo de aplicación de la braquiterapia se clasifica en superficial (como la que se utiliza en la piel), Intracavitaria (por ejemplo la usada en el cáncer de cuello uterino) o intersticial (por ejemplo la usada en el cáncer de próstata). Según la cantidad de radiación impartida por unidad de tiempo se puede clasificar en baja, mediana y alta tasa de dosis. Esta modalidad permite al médico administrar mayores dosis de radiación, que por radioterapia externa tendría limitaciones por los órganos vecinos, en un volumen pequeño de tejido.



                Los avances tecnológicos han permitido que la aplicación de la braquiterapia sea más controlada, para el paciente y el personal de salud, pudiéndose utilizar alta tasa de dosis (más radiación en menos tiempo) con la seguridad radiológica tanto para quien la recibe como para quien la aplica, para ello se utilizan actualmente dispositivos de carga diferida, es decir, la fuente de la radiación, que generalmente es un isótopo radiactivo, se encuentra contenido en una estructura blindada, que se conecta a unos catéteres que conducirán la fuente hasta el paciente, dichos catéteres pueden estar conectados a otros dispositivos (implantes) que fijaran a la estructura a tratar o incluso penetrará dentro de dicha ella.




                La braquiterapia tiene indicación como parte del protocolo de tratamiento en algunas enfermedades, como en varios tumores ginecológicos, así como tratamiento definitivo en otras condiciones con indicación específica, como en los estadios iniciales del cáncer de próstata, o hasta en padecimientos no oncológicos, como las cicatrices hipertróficas o queloides, patología ya nombrada en nuestra entrada anterior: http://tinyurl.com/pu7nvve. Es importante informarte con tu médico tratante acerca de las alternativas de tratamiento que posees en tu caso o el de tu familiar.


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