Como nombramos
en la entrada anterior el Virus del Papiloma Humano (VPH) es responsable de
múltiples neoplasias, en especial del cáncer de cuello uterino en mujeres cuyas
edades cada vez son más cercanas a la década de los 20 años, llegando a
representar un problema de salud pública ya que va de la mano con una alta
mortalidad, superando en nuestro país a las muertes por cáncer de mama según
estadísticas sanitarias nacionales. En contraparte se destaca que la
transmisión mediante la relación sexual del virus es muy común, hallándose ya
presente en adolescentes a partir de los 14 años, no todos los pacientes llegan
a tener manifestaciones clínicas, y aun en monogamia el riesgo de contagio se
encuentra en el orden del 30%, sin embargo, se toman acciones para prevenir su
infección y por ende la predisposición a padecer a posterior la patología
oncológica o lesiones pre-neoplásicas como las Neoplasia Intraepitelial
Cervical (NIC).
La vacuna contra el VPH, fue aprobada
en el 2.006 y expedida a la comercialización en Septiembre 2.008, se desarrolló
mediante proteínas similares del virus capaces de producir una respuesta
inmunológica sin riesgo de infección o consecuencias oncogénicas, llamadas
Gardasil o Silgard, la misma contiene proteínas asociadas a la variedad de Alto
Riesgo como lo son 6, 11, 16 y 18. Otra presentación llamada Cervarix, porta
las variedades 16 y 18. Hasta ahora probadas en 50.000 mujeres jóvenes,
demostraron una protección de 97.5% mantenida hasta por 5 años.
La vacuna no protege a mujeres ya
portadoras de una infección por variedades como 16 y 18, y en aquellas que ya
han tenido algún tipo de contacto sexual la efectividad de protección es de 44%. Por estos motivos está indicada en
mujeres jóvenes entre 9 y 26 años de edad, debiendo ser aplicada antes de la
primera relación sexual, sin embargo la vacuna pudiera aplicarse en pacientes
sexualmente activas portadoras de verrugas vaginales o la presencia de VPH en
la citología cervical, ya que son manifestaciones de las variedades virales de
bajo riesgo y aun se pudiera ofrecer protección contra los tipos 16 y 18
asociados a lesiones pre-malignas o cáncer. En todo caso para precisar esta
información está el estudio de hibridación de cadena polimerasa o PCR para la
identificación de un tipo de virus presente en una muestra cervical positiva.
Ambas vacunas son de presentación
intramuscular, volumen de 0,5ml, Gardasil es aplicada en el mes 0, 2 y 6.
Cervarix en el mes 0, 1 y 6. La población femenina debe siempre acudir a su
consulta ginecológica dentro de un periodo de 3 años posterior al inicio de la
vida sexual, sin sobrepasar los 21 años de edad, con chequeos anuales o no
mayores a los 3 años.
Como todo fármaco no está exento
de efectos secundarios, resaltando ciertos síndromes neurológicos evidenciados meses
posteriores a su administración, sin estudios consistentes que limiten su
distribución.
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